Desmontando mitos: "No se pueden crear aplicaciones bonitas"
De acuerdo, hay un *elemento* de verdad en este mito, pero sigue leyendo para conocer los matices.
Una preocupación común es que las aplicaciones que puedes crear con las herramientas sin código tienen un diseño bastante básico y todas parecen iguales. Pues bien, hay algo de verdad en ello. Pero antes de salir corriendo, hay que tener en cuenta algo más que si puedes crear la aplicación con el diseño más original que jamás haya existido.
Cuando se trata de crear aplicaciones de cara al cliente, una de las preocupaciones habituales es que lo que se cree no tenga un diseño personalizado y atractivo. Que tu aplicación se parecerá a la de cualquier otro que haya utilizado el mismo creador de aplicaciones sin código. Sus clientes se sentirán poco inspirados y molestos. Tu marca se resentirá. Perderás todo el respeto y la credibilidad. El negocio empezará a desmoronarse y... vale, ya me entiendes.
*Note, we're not talking about aplicaciones internas internas de una organización. En general, son más funcionales que formales.
Normalmente, esos temores provienen de dos lugares:
- Miedo a la homogeneidad
No hay duda de que existe la preocupación de que tu aplicación tenga el mismo aspecto que todas las demás, lo que quizá se resuma mejor con el ejemplo de Squarespace. El creador de sitios web te permite elegir entre cientos de plantillas para crear un sitio web. Se pueden personalizar ciertos aspectos, como los colores, pero cuando el sitio web se pone en marcha, tiende a parecerse a muchos otros sitios web. Lo mismo ocurre con las aplicaciones. Muchas de ellas utilizan la biblioteca predeterminada de Apple y tienen un aspecto bastante similar. Rara es la aplicación (por ejemplo, Spotify) que tiene un diseño claro y distintivo.
- Miedo a limitar la creatividad
La segunda es si tienes un diseñador involucrado en tu proyecto. Querrás darles todo el control posible sobre el diseño con pocas limitaciones. Deja que florezca su creatividad y todo eso. Quieres que la aplicación se vea exactamente como la diseñaron en Figma, o cualquier otra herramienta de diseño que utilicen. La preocupación es que las herramientas sin código no lo permitan.
La verdad
1. Hay una amplia escala de libertad de diseño
La mayoría de las herramientas sin código ofrecen cierto grado de personalización desde el primer momento. Puedes cambiar colores, fuentes, tamaño de los botones, sombras, logotipos e imágenes. Detalles menores, sí, pero importantes. Dicho esto, muchas herramientas son bastante restrictivas en cuanto a lo que se puede hacer.
Si tienes una marca muy fuerte que exige flexibilidad de diseño, existen opciones. Webflow es una gran opción como creador de sitios web; Bravo Studios ofrece total libertad de diseño para aplicaciones móviles. Pero estas herramientas casi siempre tienen una contrapartida: son mucho más difíciles de usar y tienen una curva de aprendizaje más pronunciada que otras soluciones que quizá no tengan tan buen aspecto.
2. La forma y la funcionalidad se gestionan por usted
La UI y la UX de tu aplicación tienen que funcionar ante todo. Los colores tienen que combinar bien, tiene que ser accesible para cualquiera y el diseño tiene que tener sentido. La herramienta sin código que elijas se encargará de todos estos problemas de diseño habituales. Crearás una aplicación con un diseño normativo que los usuarios sepan utilizar, no algo ilógico y potencialmente loco con lo que la gente tenga que familiarizarse.
3. Familiaridad es un plus
Esto nos lleva al último punto. La mayoría de las personas que no saben programar tampoco saben diseñar. Así que a menos que tengas un diseñador listo para flexionar sus músculos creativos, inclinarse por diseños "genéricos" de aplicaciones sin código tiene mucho sentido. Piensa en Glide como ejemplo. La mayoría de las aplicaciones de Glide tienen mejor aspecto que la mayoría de las aplicaciones cotidianas que utilizas y son muy cómodas de usar. Es posible que no puedas personalizar mucho una aplicación con Glide, pero en realidad no necesitas hacerlo porque lo más probable es que tenga un aspecto estupendo.
Para llevar
Este es uno de esos mitos con algo de verdad. Pero eso no quiere decir que deba disuadirle de crear una aplicación orientada al cliente utilizando herramientas sin código. Si no necesitas un control total del diseño (y no son muchas las empresas que lo necesitan), las plataformas sin código te ofrecen algo que tiene buen aspecto -y funciona- nada más sacarlo de la caja. Puede que te parezcas a las aplicaciones de los demás, pero eso no es necesariamente el inconveniente que crees.
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